Manuel Valero Ribes
L'avi Manel #YOSOYAUTISTA
Esta fue mi infancia entre 1948 a 1962 (14 años)
Primer capítulo:
Las comparaciones dicen..., que son odiosas y la historia de mi niñez la escribo para poder hacer una valoración de nuestra vida en esos años, en comparación con la niñez de mis niet@s y de todos los niñ@s en la década actual del 2010, valorando un mismo entorno social 54 años después. Recordando la libertad que disfrutamos los niñ@s en nuestros juegos en una dictadura militar, en comparación a la vida de los niñ@s de hoy sin libertad en una democracia..., dicen..., y siempre vigilados y con tareas, sin tener tiempo de juego y relacionarse con sus iguales y nos quejamos de porqué..., no paran de dar guerra (son niñ@s y deberían disfrutar de libertad usando la imaginación en el juego para ser felices).
Cual es el futuro de los niñ@s que nos está llevado esta humanidad, cada vez aumentan más las desigualdades y con tantos avances terminaran siendo niñ@s "robots" manejados como máquinas por el poder y padecerán, mejor dicho ya lo padecen todos nuestros descendientes en el presente.
L'avi Manel #YOSOYAUTISTA
Esta fue mi infancia entre 1948 a 1962 (14 años)
Primer capítulo:
Las comparaciones dicen..., que son odiosas y la historia de mi niñez la escribo para poder hacer una valoración de nuestra vida en esos años, en comparación con la niñez de mis niet@s y de todos los niñ@s en la década actual del 2010, valorando un mismo entorno social 54 años después. Recordando la libertad que disfrutamos los niñ@s en nuestros juegos en una dictadura militar, en comparación a la vida de los niñ@s de hoy sin libertad en una democracia..., dicen..., y siempre vigilados y con tareas, sin tener tiempo de juego y relacionarse con sus iguales y nos quejamos de porqué..., no paran de dar guerra (son niñ@s y deberían disfrutar de libertad usando la imaginación en el juego para ser felices).
Cual es el futuro de los niñ@s que nos está llevado esta humanidad, cada vez aumentan más las desigualdades y con tantos avances terminaran siendo niñ@s "robots" manejados como máquinas por el poder y padecerán, mejor dicho ya lo padecen todos nuestros descendientes en el presente.
Nací en el número 60 de la calle Baleares de Santa Coloma de Gramenet (nombre clerical), con anterioridad en su historia Gramenet del Besòs, mi padre de nombre Manuel y mi madre Teresa; el barrio de mis juegos "La Riera de la Pallaresa" y sus calles con pendientes moderadas al desembocar las aguas de lluvia a la riera, unas la cruzan y otras paralelas que desembocan sus aguas más abajo por otras calles a la Avd. Pallaresa (La Riera), y estas calles eran mi mundo, Baleares, América, Salvatella, Ramón Berenguer (El Torrent de les Brujes), Viñals, Galicia, Prat de la Riba, Gaspar y San Gerónimo. Hoy el barrio de los niñ@s se reduce a las cuatro paredes de la casa donde residen y poco más.
Gramenet del Besòs era un pueblo de Masías y payesías con tierras de labranza, y segunda residencia de vecinos de Barcelona que pasaban los fines de semana y vacaciones.
Y con el fin de la guerra 1939 y la avalancha de inmigrantes del resto del país (mi familia fue una de ellas); la especulación del suelo por la falta y demanda de viviendas puso en marcha la urbanización de calles de mala manera y se construyó de peor manera, transformando y deformando nuestro pueblo (sólo importaba el dinero abusivo y la especulación de los que hicieron mucho dinero destrozando un pueblo que renacía, por un gueto o ciudad dormitorio).
Sólo éramos conocidos en el mundo por la Clínica Mental de Sta. Coloma de Gramenet propiedad de la Diputación de Barcelona (proyectada el año 1917) por tener un prestigio similar a otra clínica muy importante en Múnich (Alemania).
Este era mi barrio donde jugaba con mis amigos y que gratos recuerdos me traen a la memoria al escribir estas lineas y recordar las andanzas con todos ellos, Antonio Egea (el Rata) gran amigo (el apodo por lo pequeño y revoltoso) los lunes y martes se solía ir al cine Capitol o al Principal, el precio de la entrada 2 pesetas menores de 5 años y 5 pesetas los mayores el Rata teniendo más de 5 enseñaba tres o cuatro dedos sin hablar a la taquillera y pasaba por 2 pesetas, Carlos (el Gordo), Paco (el Batusi), Costa, Torres, Cobo, Santiago, Julio, Sicilia, Enrique, Valero (los inseparables) y las chicas Montserrat y Margarita.
Tiempos difíciles para las familias de un barrio obreros y en su mayoría venidos de otras regiones; donde todas las viviendas eran casas pequeñas, la más grande y era una excepción la llamábamos la casa alta, por tener tres pisos de altura situada en la Riera, muchas de ellas hechas sin planos ni permisos, y por la orografía del terreno fueron afectadas para la construcción de una carretera, proyecto que sólo afectaba a las viviendas y terrenos de la parte derecha de la Riera (en sentido del agua) se dijo que a la izquierda no estaba afectada por encontrarse el Matadero de la ciudad, proyecto hecho en los años 50 para hacer la carretera, y 40 años después (1990) se llevó a cabo la construcción de la autopista B-20 por la concesión de las Olimpiadas en Barcelona (1992), y cubierta por lo que es hoy (El Parque Europa) en este tramo de la carretera.
Pocos años después de terminada la guerra y con una dictadura militar y clerical durísima donde existía mucha necesidad, tanto en la falta de ropa de vestir..., padecer mucho frío en invierno y sólo poder calentarnos con los braseros de la época, que más bien te intoxicabas al quemar el oxígeno y que muy poco te calentaban y la falta de comida que acusaban muchas de las familias con tres o más hijos y sólo trabajaba el padre; yo era hijo único y hambre no pasé, en el cole las Palmeras nos daban un vaso de leche en polvo mandada por los Americanos para paliar la falta de alimento en los niñ@s ya que las ayudas en dinero se lo gastaba el dictador en su tumba como los faraones de Egipto.
Mi padre con las miserias de una guerra, con 16 años se fue voluntario al frente con los milicianos anarquistas, fue capturado y pasó varios años en campos de concentración y al terminar la guerra volvieron a llamarlo para cumplir el servicio militar y unos años después cayó enfermo de tuberculosis siendo tratado en el hospital de infecciosos de Terrassa y fue de los pocos que pudieron contarlo, yo había nacido y tuve un contagio. Lo que llegaron a padecer mis padres en visitas de médicos y hospitales para vigilarme continuamente por pantallas de rayos X, radiografías y otras pruebas para no llegar a contraer la enfermedad, sólo doy positivo a la tuberculina y nada más y si queréis conocer a una persona irradiada en exceso aquí estoy con 68 años; lo que sí padecí como niño y mi padre también es que no supe lo que es estar en los brazos de mi padre, ni me pudiera dar besos y abrazos, (pensar como padre o abuelo lo que esto significa) siempre apartado de él y los utensilios de comida a parte, mi madre también padeció mucho por mi seguridad, volviéndose muy protectora y escrupulosa.
Mi padre era paleta y hacía remiendos los días festivos en las casas del barrio y mi madre trabajaba en casa cosiendo vestidos con una "Singer" máquina a pedal al no tener electricidad y nos alumbramos con velas y lámparas de carburo, al vivir en una casa alquilada por mi abuela materna Teresa que la quería con locura..., ay mi yaya, la adoraba (y donde nací yo, un mes de Mayo 1948) en la primera planta, en los bajos vivía la dueña y cuando ella falto heredó la casa su hermano y quería que nos fuéramos y nos negaba cualquier arreglo de la vivienda; en las décadas 50 y 60, cuando llovía se calaba el techo con goteras, una humedad bestial con agua en el suelo que te calaba hasta los huesos, poniendo cubos y palanganas para intentar que cayera dentro y era como vivir con una orquesta en casa, con el tic..., tac..., tic..., tac..., tuc..., de cada gota; una noche se desprendió todo el techo de yeso con cañas y fue a parar encima de mi cama la suerte que mis padres sintieron el crujir de las cañas se levantaron y me sacaron de la habitación segundos antes de venirse abajo y por unos segundos lo puedo contar. Qué tiempos aquellos de tantos contrastes y mis padres al final hicieron un agujero pequeño en el suelo de las habitación y comedor para colar el agua a la planta de abajo ya que el dueño se resistía al arreglo del tejado y lo tuvo que arreglar al caerle también el agua.
Los mayores tenían sus problemas sociales de no poder hablar ni pensar de sus propias ideologías, incluso prohibieron hablar en la lengua materna del Catalan, tenías que expresarte en castellano o como ellos decían "Hábleme en cristiano" y no lo enseñaron en la escuela, mi generación no aprendió a escribirlo si hablado en la intimidad y con gente conocida al ser la mayoría del barrio del bando que perdieron la guerra, si había alguno de los vencedores, se les notaba su posición de privilegio como el enfermero de nombre Martínez y capitán en la Cruz Roja, vivía en la calle Salvatella o José Casamitjana el sereno del barrio que vivía al lado de mi casa y eran buena gente nunca demostraron ser los vencedores y tenían una buena relación con el barrio, cuántas veces el Sereno le decía a mi madre si me dejaba subir con él a la sierra de caza (el cazador era él, yo lo acompañaba y lo pasaba bien) y un pastor (conocido) que pasaba con el rebaño de ovejas por la calle y yo le pedía a mi madre que me dejara acompañarle, a veces me dejaba, otras no si tenía cosas que hacer, como hacer algún deber de escuela o los recados de comprar pequeñas cosas en la tienda de la Carmeta o el pan en la calle San Jerónimo en el Forn de la Juanita, y quien de mi generación no recuerda la conocida "torna" se pesaba el pan y si faltaba se cortaba un trozo de otra barra con una cizalla, para completar el peso que pagabas y que nunca llegaba a casa, me la comía por el camino antes de llegar....!!!
Seguirá...
La casa alta vista por detrás |
Pocos años después de terminada la guerra y con una dictadura militar y clerical durísima donde existía mucha necesidad, tanto en la falta de ropa de vestir..., padecer mucho frío en invierno y sólo poder calentarnos con los braseros de la época, que más bien te intoxicabas al quemar el oxígeno y que muy poco te calentaban y la falta de comida que acusaban muchas de las familias con tres o más hijos y sólo trabajaba el padre; yo era hijo único y hambre no pasé, en el cole las Palmeras nos daban un vaso de leche en polvo mandada por los Americanos para paliar la falta de alimento en los niñ@s ya que las ayudas en dinero se lo gastaba el dictador en su tumba como los faraones de Egipto.
Mi padre con las miserias de una guerra, con 16 años se fue voluntario al frente con los milicianos anarquistas, fue capturado y pasó varios años en campos de concentración y al terminar la guerra volvieron a llamarlo para cumplir el servicio militar y unos años después cayó enfermo de tuberculosis siendo tratado en el hospital de infecciosos de Terrassa y fue de los pocos que pudieron contarlo, yo había nacido y tuve un contagio. Lo que llegaron a padecer mis padres en visitas de médicos y hospitales para vigilarme continuamente por pantallas de rayos X, radiografías y otras pruebas para no llegar a contraer la enfermedad, sólo doy positivo a la tuberculina y nada más y si queréis conocer a una persona irradiada en exceso aquí estoy con 68 años; lo que sí padecí como niño y mi padre también es que no supe lo que es estar en los brazos de mi padre, ni me pudiera dar besos y abrazos, (pensar como padre o abuelo lo que esto significa) siempre apartado de él y los utensilios de comida a parte, mi madre también padeció mucho por mi seguridad, volviéndose muy protectora y escrupulosa.
Mi padre era paleta y hacía remiendos los días festivos en las casas del barrio y mi madre trabajaba en casa cosiendo vestidos con una "Singer" máquina a pedal al no tener electricidad y nos alumbramos con velas y lámparas de carburo, al vivir en una casa alquilada por mi abuela materna Teresa que la quería con locura..., ay mi yaya, la adoraba (y donde nací yo, un mes de Mayo 1948) en la primera planta, en los bajos vivía la dueña y cuando ella falto heredó la casa su hermano y quería que nos fuéramos y nos negaba cualquier arreglo de la vivienda; en las décadas 50 y 60, cuando llovía se calaba el techo con goteras, una humedad bestial con agua en el suelo que te calaba hasta los huesos, poniendo cubos y palanganas para intentar que cayera dentro y era como vivir con una orquesta en casa, con el tic..., tac..., tic..., tac..., tuc..., de cada gota; una noche se desprendió todo el techo de yeso con cañas y fue a parar encima de mi cama la suerte que mis padres sintieron el crujir de las cañas se levantaron y me sacaron de la habitación segundos antes de venirse abajo y por unos segundos lo puedo contar. Qué tiempos aquellos de tantos contrastes y mis padres al final hicieron un agujero pequeño en el suelo de las habitación y comedor para colar el agua a la planta de abajo ya que el dueño se resistía al arreglo del tejado y lo tuvo que arreglar al caerle también el agua.
Los mayores tenían sus problemas sociales de no poder hablar ni pensar de sus propias ideologías, incluso prohibieron hablar en la lengua materna del Catalan, tenías que expresarte en castellano o como ellos decían "Hábleme en cristiano" y no lo enseñaron en la escuela, mi generación no aprendió a escribirlo si hablado en la intimidad y con gente conocida al ser la mayoría del barrio del bando que perdieron la guerra, si había alguno de los vencedores, se les notaba su posición de privilegio como el enfermero de nombre Martínez y capitán en la Cruz Roja, vivía en la calle Salvatella o José Casamitjana el sereno del barrio que vivía al lado de mi casa y eran buena gente nunca demostraron ser los vencedores y tenían una buena relación con el barrio, cuántas veces el Sereno le decía a mi madre si me dejaba subir con él a la sierra de caza (el cazador era él, yo lo acompañaba y lo pasaba bien) y un pastor (conocido) que pasaba con el rebaño de ovejas por la calle y yo le pedía a mi madre que me dejara acompañarle, a veces me dejaba, otras no si tenía cosas que hacer, como hacer algún deber de escuela o los recados de comprar pequeñas cosas en la tienda de la Carmeta o el pan en la calle San Jerónimo en el Forn de la Juanita, y quien de mi generación no recuerda la conocida "torna" se pesaba el pan y si faltaba se cortaba un trozo de otra barra con una cizalla, para completar el peso que pagabas y que nunca llegaba a casa, me la comía por el camino antes de llegar....!!!
Seguirá...
El vídeo que vaig escollir d'un "Viatge Interestel·lar mitjançant el Autisme", (i comença en aquest post ...), té quantitat de comentaris (més de 110) sobre si és una cosa, o és una altra i la finalitat de posar-ho en el meu article "1 - La meva infantesa en la dècada 1950-1960", és per veure-ho com una cosa molt diferent a altres comentaris ...
ResponderEliminarVeure un quadre abstracte cadascú pot veure una cosa diferent i l'únic que sap el que realment representa és el pintor que el va crear...
El curt del Viatge Interestel·lar ... Representa només el que els seus creadors van voler demostrar i pot ser que tots ens equivoquem.
M'agrada donar la volta a les coses i com #YOSOYAUTISTA, equivocat o no, veig una societat terrestre humana o d'una altra galàxia (és el de menys), hipnotizada pel PODER, amb un ordre que només correspon a "ROBOTS programats" i només un ..., un nen que només és això "UN NEN"..., lliure de perjudicis i maldats que improvisa els seus jocs amb imaginació i s'ho passa molt bé, i el seu joc és com, el de, qualsevol altre nen de l'univers acompanyat per tots els seus iguals i no contra tots ...
Només cal fixar-se cap a on es dirigeix l'ésser humà, amb veure en un transport públic (com a exemple), homes, dones nens i nenes mirant una petita pantalla com hipnotizats i tots fan el mateix i estem acabant amb el diàleg, com mancats de cervell ...
El curt pot demostras tantes coses ..., com coses que volgueu interpretar ... !!!
L'avi Manel #YOSOYAUTISTA